miércoles, 30 de diciembre de 2009

Crisis sin pandemia

Hasta el último momento negada, llegó la crisis. Anunciada hasta la extenuación, no llegó la pandemia, al menos no la de gripe A, sí la del paro, los índices de morosidad y los concursos de acreedores. Bueno, los virus -biológicos o bancarios, poco importa- siguen un patrón: penetran de forma casual, se extienden, infectan y parece que ganan la batalla hasta que llega el antídoto. En ese recorrido ha ido pasando 2009 y sus grandes y pequeñas historias para la historia de Gijón.

Enero: Gijón con Ñ
Los furibundos de la economía de mercado han tenido que rendirse a la evidencia: la caja común del Estado y una política de rescate calculado -aunque sea a costa de deuda pública- pueden salvar los muebles ante una crisis. Botón de muestra: Gijón estrenó en enero el Plan Zapatero; 48 millones y medio de euros en proyectos para “dinamizar a corto plazo la actividad económica y el empleo” directamente gestionados por el ayuntamiento de la ciudad. Hoy nos hemos acostumbrado a ver por la villa de Jovellanos los paneles informativos en las obras de rehabilitación, reforma o construcción de infraestructuras e instalaciones sociales, culturales, deportivas...

Febrero: Rafaela dixit
Rafaela la Andarica fue la protagonista del pregón antroxero de este año. Es un discurso que no conviene perderse porque suele dar en la diana de por dónde nos pica la camiseta a los gijoneses. La crisis y Obama eran citas obligadas pero anunció además la pregonera “tiburoneo” en la sucesión de Paz Fernández- Felgueroso, polémica en la ampliación de El Musel y sufrimiento para la permanencia del Sporting… No andaba descaminada Rafaela que, junto a la sardina de este Antroxu, bautizada como la Agente Dina, nos hicieron habitable a los mayores y particularmente divertido a los niños, el tránsito de febrero.

Marzo: la línea invisible de la reinserción
El conocido como “violador de Feve”, que ejercía como taxista en Gijón, dejó de hacerlo en marzo: el propietario de la licencia que lo tenía contratado decidió rescindirle el contrato ante la alarma social generada al saberse que este gijonés de 47 años había sido en su momento condenado a 139 años de cárcel por 19 violaciones –de las 80 que confesó-. Sí, había cumplido con la ley; sí era un hombre libre y con derecho a demostrar su deseo y capacidad de reinsertarse en la sociedad para la que en su momento fue un verdugo. Pero la sociedad gijonesa emitió una segunda sentencia condenatoria. ¿Deberíamos habernos arriesgado? La experiencia dice que no.

Abril: honores sin honor
El 22 de junio de 1939 Gijón nombró alcalde honorario e hijo adoptivo de la ciudad a Francisco Franco Bahamonde; el 18 de julio de 1962, se le concedió la medalla de oro de la villa. El 14 de abril de 2009, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Gijón acordó retirar esos honores al dictador y reclamar a sus herederos que devolvieran dicha medalla así como todos los objetos entregados por la ciudad a raíz de las distinciones. Cuántos honores acumulados para luego tener que deshacerse de ellos como sacos de arena. Al final, no somos lo que decimos ni lo que nos han dicho, somos exclusivamente lo que hemos hecho. Todos.

Mayo: la pobreza relativa

La crisis incrementó los niveles de pobreza en la sociedad rica; en las que ya son pobres, sobremanera. Cerca de 450 expertos de 75 países analizaron en mayo en Gijón, en el Congreso Internacional de Bioética esa “agresión al principio de la dignidad humana que sufren los ciudadanos en situaciones de pobreza y desnutrición”. El director general de la ONU para la Agricultura y la Alimentación, Jacques Diouf, advirtió del alarmante incremento del hambre en el mundo y habló de la obligación moral de quienes estamos en el lado bueno del tablero. Porque en 2050 habremos de alimentar diariamente en el mundo a 9.000 millones de personas. Es una responsabilidad.

Junio: permanencia
Dice el diccionario de la Real Academia Española que permanencia es “duración firme, constancia, perseverancia, estabilidad, inmutabilidad; estancia en un lugar o sitio”. Palabra poco frecuente excepto en el ámbito futbolístico de la media tabla para abajo. El Sporting de Gijón paseó la pasada liga al filo de la navaja. Se mantuvo en Primera in extremis, después de una victoria sudada contra el Recreativo de Huelva. Preciado sabe acerca de la suerte lo mismo que sabe Guardiola: a la suerte le gusta la gente que sueña con ella… y la que se lo curra.

Julio: mapa de los sonidos de Gijón
Gijón renovó en julio su mapa de ruidos. Se trataba de saber el nivel de decibelios con el que los ciudadanos convivimos, fundamentalmente originado por los medios de transporte y la actividad industrial. También se incluyeron controles adicionales en zonas de ocio nocturno, parques urbanos y espacios de descanso. Es un ejercicio de autoconocimiento al que nos obliga una directiva europea por tener más de 250.000 habitantes, y exige elaborar después un plan de acción. Reducir el nivel de ruido nos permitiría reconquistar los verdaderos sonidos de la ciudad que laten debajo de esta manta zamorana de decibelios. La segunda reconquista sería recuperar los sonidos que una vez formaron el paisaje sonoro de los gijoneses y que ya no están. Memoria sonora.

Agosto: negaré haberlo dicho
Me gustaría que me gustasen los toros. Sólo y exclusivamente para disfrutar de una faena de José Tomás como la del pasado agosto en Gijón. Hace años una amiga me habló de él con un entusiasmo que no olvidé, mientras otros, entre ellos mi querido Juanele, han intentado en vano llevarme a una plaza. No creo que eso ocurra nunca. El sufrimiento del animal me noquea. No lo acepto. Ahí atasco. Pero cómo desearía llegar más allá al menos sólo una vez para poder sentir la emoción que me consta se vivió en el coso gijonés.

Septiembre: derecho al sobrecoste
La obra de ampliación de El Musel encaró en septiembre su última etapa. En octubre de 2010, con casi un año de retraso, estará terminada. El puerto habrá duplicado su actual capacidad con una nueva dársena y 140 hectáreas ganadas al mar, además de espacio para la futura regasificadora. De las obras se ha hablado cada vez menos pero incansablemente sobre el monumental sobrecoste. Es importante saber qué ha ocurrido, decidir cómo se afrontará y que consecuencias colaterales tendrá esa decisión. Si no se despejan todas esas dudas los ciudadanos acabaremos pensando que unos proyectos tienen derecho al sobrecoste y otros no. Que figure entonces una casilla para sobrecostes sobrevenidos cuando haya que justificar una subvención.

Octubre: la crisis es bipolar
Vale, la crisis se traduce en Gijón en número de parados, morosos, suspensiones de pagos... Pero en la otra cara de la moneda están efectos colaterales benignos con los que no contábamos y que a lo largo del año han ido cobrando forma: la crisis ha reducido el volumen de residuos de la ciudad así como la intensidad del tráfico rodado; hacemos un consumo más responsable y economizamos viajes en vehículo particular. Conclusión: la recesión tiene carácter bipolar. Pregunta: ¿podemos quedarnos con lo bueno?

Noviembre: aclarar el caso Blanco
El caso Ovidio Blanco, ex arquitecto municipal al que se le acusa de los posibles delitos de cohecho y uso de información privilegiada, nos ha hecho reparar en que posiblemente la tentación del enriquecimiento fácil sí sea una pandemia. Los medios de comunicación se han ido haciendo eco de la prolija instrucción del caso. Defensa, acciones populares y acusación particular han cruzado acciones, entre las que destacó en noviembre la petición de sobreseimiento y archivo de la causa, por parte del abogado defensor. Dice que no hay indicios inculpatorios y que, en caso de existir delitos, éstos habrían prescrito. Puede que los delitos caduquen pero no la sospecha ciudadana. Tampoco debería caducar el deseo de quien se siente inocente, si verdaderamente es así, de que no haya duda sobre su condición.

Diciembre: Gijón brilla
Remoloneo por Begoña. Hago memoria de las distintas fisonomías que el paseo ha tenido desde mi infancia y la de mis hijos, hasta hoy. Me doy cuenta de que, si tengo que quedarme con una sola imagen, quiero ésta de 2009 con una iluminación soñadora para endulzar todo aquello por lo que andemos doloridos. El año que prometía pandemias se cierra sin ellas y el que negaba crisis anda todavía con las carnes abiertas, pero estos días la ciudad nos pide un paréntesis para reposar el corazón y la mirada en nuestra gente querida.

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